martes, 11 de octubre de 2011

Cuando la ayahuasca no funciona

.(- Previa: Como otras veces esto no es para cualquiera.
"Yo busco aceptacion, tu buscas aceptacion".
Si. Y aqui hay un poco de palo.
Todos buscamos en principio aceptacion y luego incluso adulacion, "tener razón", y aqui en cambio hay un poco de palo (como la ayahuasca a veces)... Lo siento, pero ya avisé, esto no es para el comun, pero si estas aqui quiza sí sea para ti.
Despues de una 1ª lectura quizá lo entiendas, a tu nivel, o creas entenderlo, pero si no lo has vivido, nunca -(sin miedo y sin deseo; felicidad sin objeto)-, solo puedes imaginar de lo que estas palabras dicen.
Imaginar, como imágenes de las que hay ahí al lado.

Las palabras se quedan cortas, y caer aquí en la erudición es de tontos.
De todas formas y en el peor de los casos, si no has ido, si no has sido, sin miedos ni deseos; pero sí sientes que algo de estas palabras te atrae y además sientes que sí te es de ayuda de eso se trata.

Porque… "Tú, qué quieres?"
Ya sabes, esta es la pregunta en la que me repito y es el motor de arranque para empezar un ritual -y tambien igualmente para la vida-.
No hace falta que me respondas, pero si hace falta que te preguntes.
Gracias.)-



Cuando la ayahuasca no funciona? (y simil, como a veces es la vida en particular).

Cuando hay miedo, cuando hay reserva o inseguridad; cuando lo que en realidad se quiere es “volver al estado de antes de" estar mal -lo conocido, lo aprendido, la programacion-, sin uno/a darse cuenta de que en realidad fue este estado de antes el que nos llevo a este estar mal -(no estar bien del todo)- de después y de ahora.


Y que será del futuro.
Es en este sentido que Lanza del Vasto decía: “Es fácil conocer tu futuro. ¿Quieres saberlo? Mira como ha sido tu pasado”!

Normalmente lo que suele suceder es que no anhelamos la auto liberación y la felicidad completa -que nos es desconocido- sino que deseamos que se cumpla aquello que deseamos…
Es decir que tenemos un prejuicio de “lo que tiene que ser”; y así no hay manera que “Aquello que ES” venga a ser en uno/a, la experiencia de iluminación.

Es mas, no nos reconocemos -y rechazamos- si acaso se nos quiere revelar mi verdad y mi realidad (lo que yo soy sin el cuerpo fisico ni el "cuerpo social").


-(Hablo por experiencia, como en lo del inicio de cuando no funciona; y que conste igualmente también que una experiencia o varias no agota el hecho, siempre nuevo por naturaleza)-.

La gran aportación de la ayahuasca es precisamente su potencia, la poderosa ayuda que te da; que si estás dispuesto a ir más allá te lleva mas allá.


No te quedas con la intención o las ganas como puede ocurrir con otras técnicas o medios que quedan cortos de efecto por ser mas lentos (y así tambien mas asimilables, por lentos, mas integrables); este podría ser la crítica o defecto de ayahuasca en algunas personas que no tienen mucho trabajo previo -de "atencion" y "dejar ser" como es en otra técnica como "silencio" o meditacion-, que tanta potencia puede perderse en parte del beneficio de la experiencia; más o sobretodo si en los dias posteriores al ritual no se hace un mantenimiento.


-No existe la panacea universal, en nada; o si acaso sea el trabajo y la buena gestion; hace falta un trabajo continuo y paciente diario-.


Es muy cierto que otras técnicas o medios tal como es el zen o parecido (son resolutivas en si mismo, solo que a treinta años vista, como que no está tampoco tan mal...?) son de una ayuda grande antes de entrar en el uso de la ayahuasca, por enseñar precisamente a estar en la actitud de abertura y aceptación. De mirar y ver sin huir ni rechazar o agredir aunque no guste lo que se ve.


“Si quieres ir a donde o sabes debes ir por donde no sabes” (S.J. de la Cruz).


Me viene también a la mente lo que S. Pablo dice en uno de sus escritos, más o menos: “cuando era niño hacia cosas de niño, y ahora que soy mayor hago cosas de mayor” (1 Cor. 13: 8-12).
Y en el camino espiritual -que no es otra cosa que la vida material, porque la cociencia es Una, ahora- ocurre lo mismo.


Si se es niño (espiritualmente niño aunque se tenga ciertamente el anhelo de crecer) y se entra en este camino con estas prácticas, uno/a se encuentra (con ninguna o con "mala" experiencia) con respuestas de niño. Como es la no aceptación y la pataleta; respuesta reactiva. Y un paso más es la queja y la crítica hacia la técnica (una vez mas, y casi siempre, cuando la razón y el consciente justifica lo que el subconsciente dicta).
De manera que quien se mete en mediador o ayuda en la técnica que sea, ya se puede dar por avisado.

Cuando fui a visitar a JCT, cuando le pedí permiso para hacer esto, no solo dar el preparado sino hacer curso y retiro, le enseñé algo y despues de verlo me dijo: “Si quieres ayudar a la auto liberación?” pero en realidad también me dijo: “Si quieres complicarte la vida?”


Y es en este sentido cuando no hay una minima madurez que implica auto sinceridad (humildad igual a veracidad, auto sinceridad) con uno mismo total, es cuando se entra en la contradicción de no tener lo que se busca.


Porque en el fondo -quien manda es el subconsciente, y luego el consciente solo lo justifica, a posteriori; lo repito suficiente?- no se quiere tener lo que ello aporta sino tan solo “tener razón”: Sobrevivir.


Es así que a veces es necesario dejarlo y volver a lo de siempre, lo pasado, que es decir volver a pasarlo mal (insatisfecho como antes, como hasta ahora), hasta llegar a estar harto de "siempre lo mismo" -lo que en alcoholismo y demás se llama “tocar fondo”-, que no se estará a punto de empezar a hacer cambios de verdad.
Y que los cambios luego resulta que no son tales cambios sino solamente el resultado de profundizar en la realidad de ser uno mismo/a.
Mas que cambios es limpieza, quitar lo que no es de uno/a mismo/a.

Incluso ni siquiera quitar.

Solo dejarlo aparte en su lugar y que eso añadido no lo domine todo; no como si aquello sobrepuesto fuera el todo (el yo social).


Porque el mismo cuerpo -que es dado, como tu nombre, como tu "yo social"; porque tú/yo “soy una conciencia que tiene un cuerpo”-, y con ello todo lo que le viene encima como es la cultura y civilización, es solo una necesidad, un útil, pero no un todo.

De ahí la enfermedad de no ser feliz, cuando no hay plenitud en vivir lo que toca habiendo hecho de la parte el todo.


Esta hipertrofia de la parte "visible, aparente", como que eso en principio es del todo “normal” pues así empezamos en la existencia, siendo educados “de cara a fuera” con los sentidos y la mente coordinándolos; y en esta dinámica buscamos mas, llenar el vacío interno con mas de fuera, lo conocido.
Cosa imposible hasta que llega el hartarse de ello.
Momento idóneo para dar el paso, “hacia mas ocultos lugares” como reza una oración de una secta esotérica.


Si -aun- no estás cansado/a de repetir lo conocido no vengas a buscar lo desconocido. Si aun quieres gozar de los límites -y sus compensaciones, contraposiciones y “roces”, como si eso fuera todo- no vengas a intentar experimentar lo desconocido; la plenitud, lo ilimitado, que es también el “perder” el gusto de los detalles (por cierto, esto es útil: cuando quieras hacer algo no te fijes en lo que pierdes sino fíjate en lo que ganas, y de ahí viene la fuerza que te mueve a la acción).


Aquí podemos adjuntar esta sentencia bíblica, condenatoria por: “comer” del “fruto” del “árbol” del “conocimiento del bien y del mal” -cuanta simbología-; “conocer” los limites y sus roces, te condena a?… al placer y al dolor. Al deseo y ansiedad y, a la angustia y frustración.

Perfecto.

La vida está servida.
La existencia.
Ahora.